Instalación de juegos de habilidad. Con Negro Casali
«Tocamos madera para que podamos seguir teniendo trabajo con todo lo que está pasando…», pensaban al principio de la pandemia Negro Casali y Pau Segalés, creadores del proyecto. ¿Pero cómo? Antes ellos tocaban al público, y el público tocaba cosas. Ahora, con el mantra «manos, distancia y mascarilla» esa proximidad se ha esfumado, y ve a saber cuándo volverá. ¿Cómo podían sobrevivir dos tocadores natos frente a esta situación? Pues cambiando las manos por los pies, pasando de tocar cosas a pisarlas. De ahí nace Trepitgem Fusta, una experiencia pionera 100% covid-free; interactiva, pero con grupos burbuja; de juegos de habilidad, pero con los pies, y, por supuesto, hecha totalmente con madera.